El segundo fin de semana de mayo, se clebra anualmente en Ibiza la Feria Medieval y cada año se baten records de asistencia.
Gente, gente, gente, niños, parejas, abuelos, turistas, residentes, mucha gente de Formentera que viene a verla. Creo que tiene algo que no se consiguen en el resto de las Ferias Medievales que se hacen a lo largo de la geografía española, nuestra magia ( aunque tal vez me cieguen los colores)
Dalt Vila, uno de los lugares mas fotografiados del mundo, lleno de color, con velas perfumadas, donde en cualquier recoveco encontramos artesanos moldeando hierro o madera con delantales de cuero, o de repente en un fogón hay gente que cocina como nuestras abuelas y bisabuelas y el aire se queda impregnado el aire de un aroma desconocido, pero que a su vez no te es extraño, titiriteros que consiguen que los niños se queden sentaditos un rato, músicos con gaitas y panderos liando algo así como una especie de rave party a la antigua, charlatanes que te leen la mano, el rincón de las teterías justo al lado del ayuntamiento…
Vas subiendo las cuestas que te llevan a la catedral y cada vez que giras la cabeza, la vista se te va, la nariz se te llena de aromas , en el oido sientes el run-run de las masas junto con las agudas risas de los niños con sus espadas y escudos de madera.
Muchos ibicencos subimos a Dalt Vila sólo dos veces al año, una es precisamente éste fin de semana, la segunda es con el Festival de Jazz d´Eivissa.
Todo y que surgen siempre voces críticas, diciendo que es lo mismo cada año ( siempre hay gente que se queja) la Eivissa Medieval es la mejor excusa posible para hacer venir a esa persona que hace mucho tiempo que no ves, a ese familiar o a esa persona querida …. la isla está preciosa, verde, no hay mucho tráfico, y la temperatura es más que agradable.
Y además, Dalt Vila es sin duda uno de los mejores sitios del mundo para salir a pasear un rato, recorrer sus 7 baluartes y charlar, y si además de esto puedes disfrutar de un buen trozo de queso de oveja viejo con un vasito de vino, mejor que mejor.
Así que apúntatelo, y si no lo has hecho este año, para el fin de semana después del Primer Domingo de Mayo del año que viene vente, tráete a la familia o a esa pesona querida. Eivissa Medieval no te defraudará.